8/24/2009

este es el documento elaborado por compañexs de diferentes agrupaciones


Universidad financiada con sangre
Carta abierta de los estudiantes de la Facultad de Trabajo Social en cuanto a los fondos provenientes del Yacimiento metalífero “Bajo de la Alumbrera”.
El claustro estudiantil de la Facultad de Trabajo Social quiere hacer público su rechazo a los fondos provenientes del Yacimiento metalífero Bajo de la Alumbrera y abrir el debate a la sociedad en su conjunto.
El descubrimiento de un filón de oro por parte de la universidad de Tucumán en asociación al Yacimiento Mineros de Agua de Dionisio (YMAD) perteneciente a la empresa dueña de la alumbrera, de capitales suizo-canadienses, trajo consigo la problemática sobre este tema a las universidades ya que acorde a la ley14771 (1958), corresponde un cierto monto en concepto de regalías. “Bajo de la alumbrera” es uno de los principales yacimientos metalíferos del mundo, que se explota a cielo abierto en la provincia de Catamarca. El mineraloducto se extiende desde esta provincia hasta la de Tucumán, donde también se encuentra la planta de filtros y las instalaciones ferroviarias, que llegan al puerto en la provincia de Santa Fe.
Por la Ley antes mencionada, el Estado Nacional se comprometió a aportar como capital de YMAD $7.265.302 y a que las utilidades que arrojen los balances se distribuyan de la siguiente forma: 60% para la provincia de Catamarca, el 40% para la terminación de la ciudad universitaria de la Universidad Nacional de Tucumán y una vez finalizada ésta, el 50% de ese monto será distribuido entre las demás Universidades Nacionales. También se comprometió a exceptuar las actividades de YMAD de gravámenes e impuestos.
En el escenario nacional, la gran mayoría de las universidades Nacionales aceptaron estos fondos, en el caso de la UNER, en la sesión del martes 4 de agosto de consejo superior de nuestra universidad se decide por medio de votación nominal por la aceptación de dichos fondos (15 a favor 11 en contra) siendo de los votos en contra pertenecientes al sector de nuestra facultad entre otros.
Una vez aceptados esos fondos en consejo superior, queda a cargo de los consejos directivos de cada facultad la decisión sobre la implementación de estos fondos, los cuales no pueden ser devueltos si así se quisiera. En nuestro caso repudiamos de manera total la aceptación de estos fondos y por tanto se movilizó al estudiantado de nuestra facultad a una asamblea extraordinaria; el claustro docente hizo lo propio en su asamblea docente organizada en simultáneo.
En la multitudinaria Asamblea que conto con la presencia de estudiantes preocupados por el tema, se produjo una interesantísima discusión acerca del problema presupuestario de nuestra Universidad y de nuestra Facultad en particular vinculado al tema de la contaminación minera y del deterioro medioambiental en general. Se planteo la necesidad de hacernos cargo, no solamente como estudiantes sino ya como generación de un problema que tarde o temprano tenía que manifestarse con toda su crudeza: el financiamiento de actividades públicas a partir de las migajas destinadas por las grandes Corporaciones multinacionales que usufructúan nuestros Recursos Naturales fortaleciendo escandalosamente nuestra dependencia económica.
No estamos dispuestos a avalar el genocidio al que están siendo expuestos los afectados por la minería a cielo abierto. No estamos dispuestos a legitimar el chantaje que nos proponen, con la intención de silenciarnos. No estamos dispuestos a justificar lo injustificable. Consideramos inaceptable como observadores críticos de la realidad y como estudiantes universitarios siquiera considerar de alguna manera aceptar estos fondos, sería financiar nuestra educación con la muerte y el desastre ecológico. Nuestro reclamo no se reduce a la cuestión presupuestaria, que representa un verdadero problema para nosotros, sino a un problema mucho más amplio como lo es el deterioro de nuestro ecosistema. Queremos dejar bien claro que no estamos dispuestos a favorecer ni a reducir nuestro reclamo a ningún tipo de oportunismo ni internas, ni dentro ni fuera de nuestra Universidad. Nos moviliza la idea de sentirnos, como joven generación, los responsables y protagonistas de nuestro propio presente y futuro. Es por esto que consideramos la necesidad de desprendernos del derrotismo y del “no se puede hacer nada” que nos han inculcado aquellos mismos que como en el Consejo Superior de la UNER, ufanándose de sus luchas revolucionarias en los 70’, nos sermoneaban sobre la necesidad de aceptar esos fondos. No aceptamos el argumento legal (que se basa en la ley del 58’) por ilegitimo y mucho menos el argumento apocalíptico de que si no aceptamos los fondos se cierra nuestra Facultad. Repudiamos abiertamente la genuflexión de quienes tendrían que estar a la cabeza de la lucha por un presupuesto genuino y que hoy se encuentran más preocupados por defender intereses espurios que la propia dignidad de la Universidad Pública.
Participa de la Red Solidaria de . Fotocopias apuntes y demas...

No hay comentarios:

Publicar un comentario